Las vacaciones de verano son, con el fin del curso escolar, las más largas de todo el año y generalmente si los padres o familiares a cargo de los menores trabajan en jornada completa, habrá largos periodos donde los menores utilicen el ordenador, las consolas de videojuegos e internet a solas. Salvo que los adultos a cargo de los menores acuerden un viaje o un curso de verano en algún campamento, los niños y adolescentes tendrán mucho tiempo delante de las pantallas.
En estas fechas muchos fabricantes de software para seguridad informática transmiten recomendaciones para evitar sorpresas desagradables. Norton ha presentado el estudio Norton Online Family Report, donde se entrevista a menores y adultos de 14 países sobre sus vidas y sus experiencias online.
Algunos de los paises analizados a partir de las pautas que declaran poner en práctica las familias, son Australia, Brasil, Canadá, Alemania, China, India, Italia, Japón, Nueva Zelanda, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos. Algunas de las claves que muestra el estudio Norton Online Family que puede consultarse en formato PDF, son las diferencias principales entre las pautas adoptadas por los padres según su nacionalidad. En Estados Unidos y Canadá, se estima que es preferible que los padres tengan control total sobre la actividad de sus hijos en internet y en el uso del ordenador, en cambio en China e Italia, predominan las familias que educan a sus hijos para tomar ellos mismos decisiones correctas, avisando de los riesgos de internet y educando en valores, algunas pautas transmitidas a los menores suelen ser:
– Comportarse de forma ética y no hacer algo que perjudique a otras personas aprovechando el anonimato de la red. No actuar de forma diferente al estar online, ser igual de respetuoso con las personas, como si estuviesen presentes.
– Tener cuidado con los datos personales, tanto del individuo como de sus familiares o de terceros que se hacen públicos en internet, así como fotografías que puedan perjudicarles.
– Aprender que la información que circula por internet, lo que aparece en anuncios o en ventanas emergentes puede ser engañoso o peligroso para ellos.
Por raro que parezca, el estudio muestra que los menores de edad, niños y adolescentes, desearían poder hablar con su padre y su madre sobre lo que ocurre en internet, sobre que decisiones tomar o sus experiencias, tanto negativas como positivas en la red.
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Algunos datos estadísticos muestran que la media de horas semanales de conexión a internet se sitúa en 11,4 y que son los jóvenes brasileños quienes pasan más horas en internet, concretamente 18,3 horas. Lo que es más preocupante no es realmente el excesivo tiempo de uso, sino el desconocimiento que admiten muchos padres o se pone de manifiesto, sobre las actividades de los hijos y la forma en la que acceden a la world wide web, muchos de los adultos desconocen que los menores se conectan por teléfono móvil o utilizando otros equipos diferentes al del hogar familiar. Los adolescentes suelen utilizar la red para hablar con amigos por sistemas de mensajeria instantanea, jugar a videojuegos, entrar en comunidades online o redes sociales así como buscar información para tareas académicas.
Los mayores miedos de los padres son:
– Que sus hijos puedan ser víctimas de acoso por algún extraño.
– Que sus hijos puedan ver imágenes de violencia y/o desnudos o contenidos de sexo explícito.
– Que sus hijos publiquen datos personales que puedan perjudicarles a ellos o a familiares.
Según este estudio, sólo un 45 % de los padres se dan cuenta de las experiencias online negativas de sus hijos, aunque seis de casa diez jóvenes las han tenido, desde la visualización de desnudos e imágenes violentas hasta desconocidos que intentan establecer una cita con ellos.
Los consejos de Norton para los padres son siempre el diálogo y la educación antes que la sistemática prohibición o la dejadez de las responsabilidades de los mayores. Se aconseja vigilar el historial web en el navegador, las facturas de los teléfonos móviles y familiarizarse con los software antivirus, pero sobretodo el hablar sobre las experiencias en internet, mostrar algunos sitios web que pueden ser potencialmente peligrosos, como puede afectar el dar ciertos datos privados suyos o de la familia, estar en contacto en redes sociales para poder ver la actividad del menor así como vigilar si un hijo adolescente se cita con un desconocido.
Otra empresa especializada en software de seguridad, G Data, recuerda que el control parental, incluido en muchos paquetes de seguridad antivirus y otros programas, es la forma más sencilla y cómoda de vigilar y saber qué hacen los niños cuando se quedan solos con una computadora.
El control parental permite cumplir cinco funciones básicas:
1. Controlar el tiempo que los más pequeños pasan conectados a Internet y usando el ordenador, con independencia de que se acceda o no a la Red.
2. Establecer horas de uso y franjas horarias adaptadas a las conveniencias de cada familia.
3. Bloquear el acceso a sitios web que incluyan contenidos relacionados con violencia, sexo, drogas, apuestas online, etc., todo aquello que los padres consideren perjudicial o inapropiado.
4. Crear listas seguras de contenidos permitidos y recomendables.
5. Registrar infracciones e intentos de uso no permitidos por los padres
Además, G Data ofrece un decálogo de consejos para que los padres supervisen la navegación de los menores:
* Utilice el mencionado control parental. Haga un esfuerzo por configurarlo en el ordenador y se ahorrará disgustos.
* Fije unos horarios racionales de uso de Internet para sus hijos
* No todo es lo que parece. Ninguna información, anuncio, etc. tiene que ser cierta sólo porque aparezca en la pantalla del ordenador. Hágaselo saber a los más pequeños.
* Enseñe a sus hijos a identificar correos electrónicos que contengan spam (anuncios y correo no deseado), phising (estafas bancarias) y estafas online (premios suculentos, peticiones de ayuda a cambio de importantes sumas de dinero, métodos para ganar dinero fácil online, regalos de desconocidos…), y a desconfiar de aquellos “amigos digitales” que no conocen en el mundo real.
* Advierta a sus hijos de la importancia de dar datos personales a terceros y ayúdeles a pensar dos veces la conveniencia de compartir fotos en la Red.
* Comparta con sus hijos esta regla de oro: Si hay algo que no quiere que sea público, no lo suba nunca a Internet.
* Ayude a sus hijos a manejar los niveles de privacidad de las redes sociales en las que participa, juegos online, chats, etc.
* Enseñe a sus hijos a utilizar contraseñas seguras (esto es, alfanuméricas). Es importante no utilizar información personal (cumpleaños, nombres propios, DNI, teléfonos…) Asimismo, es recomendable no usar aplicaciones que requieran contraseñas en ordenadores públicos (cibercafés, hoteles o bibliotecas, por ejemplo).
* Si los niños son muy pequeños, situar el ordenador en el salón y no en su dormitorio ayuda a supervisar el uso que hacen de Internet de forma muy sencilla.
* Tome todas estas precauciones y supervise el uso que hacen sus hijos de Internet… pero sea cuidadoso y evite convertirse en un “espía” para su hijo.